viernes, septiembre 12, 2008

No nos puede salvar nadie del aumento del paro

Estoy leyendo las memorias de Allan Greenspan (La era de las turbulencias), expresidente de la Reserva Federal de EEUU.
En el prologo del libro Greenspan explica lo difícil que veía que el proyecto de creación del Euro saliese adelante. Su sorpresa fue, no solo ver su rápida implantación sin problemas en 11 países (ahora 13), sino que el Euro se haya constituido en una moneda fuerte a nivel mundial, pasando a ser moneda de reserva para todos los países del planeta. Se han reducido los riesgos de cambio y reducido los costes de las transacciones.
Pero Greenspan no se equivocó cuando le advertía a Trichet que la implantación de una única moneda sería un problema importante (se congelaban los tipos de cambio de todas sus economías) para aquellos países que entrasen en recesión. Países como España o Italia que siempre han recurrido a la devaluación para ser más competitivos y así incrementar las exportaciones y arreglar las recesiones, ya no pueden recurrir a este instrumento de Política Económica. Entonces, ¿cómo se ajusta?.
Veamos lo que están haciendo los fabricantes de coches. Les bajan las ventas y exportan menos. Ya están bajando los precios pero sirve de poco, y sin una devaluación que les permita abaratar más sus exportaciones y vender más, que pueden hacer? Pues si venden menos, y los salarios no pueden ir a la baja, solo les queda recortar empleo y reducir la producción. Es la única salida.
Por lo tanto el Gobierno Zapatero hace muy mal en no explicar que los ajustes en una Unión Monetaria siempre tendrán que ser así, gobierne Zapatero o gobierne Rajoy o quien sea. He ahí la razón del porque Rajoy no da soluciones. ¡No las hay!. Sólo queda el parcheo continuado.
Hasta ahora, con el ciclo económico al alza permanentemente, habíamos visto las ventajas de la moneda única y la más importante de ellas era el dinero barato (pero vista la burbuja inmobiliaria que ha creado no sé si ha sido una ventaja). Ahora, ya en recesión, vienen las desventajas.
Greenspan lo resume bien. Una Unión Monetaria tiene grandes parecidos al hecho de estar anclado a un Patrón Oro. Y ya sabemos que el Patrón Oro se abandonó hace muchos años (finalmente en 1971, excepto la conservadora Suiza que lo hizo en 1998), por los grandes problemas que originaba, especialmente en lo mismo: los ajustes económicos recaían en el empleo. 
Puede ser que en la Unión Monetaria Europea se repita lo que ocurrió varias veces con el Patrón Oro: las fases de crecimiento económico serán largas y las recesiones puede que sean cortas, pero muy intensas, con fuerte desempleo… que nadie se sorprenda.
El problema no es sólo para los países con monedas sobrevaloradas (Italia, España, Grecia, Portugal, etc.). Los países con monedas infravaloradas (Alemania, Francia, Holanda, etc.) estarán sujetas a una batalla crónica contra la inflación.

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