miércoles, julio 22, 2009

Y para casa...


Ayer, después de bajar los 1.600 m. (todo lo que sube, baja) volvimos directamente desde Zinal a Saas Grund, donde habíamos dejado plantada la tienda.
Toca volver a casa ya que mi santa esta pachucha. Estos últimos días me los he pasado dejando una pasta hablando con ella por el móvil desde las alturas.

Me quedaba una semana alpina más, pero teniendo en cuenta que volvía a cambiar el tiempo, poca cosa más habría hecho. Salgo que son casi las doce de este valle-nevera y me meto 1.009 km. entre pecho y espalda, siguiendo lo que me dice el GPS, que me envía por el siempre precioso Lago Leman. Quería volver por Chamonix, pasando los collados de Le Forclaz y Les Montets, pero el marrón es impresionante y prefiero evitarlo yéndome hacia Lausana.
En la aduana de entrada a Francia desde Suiza (entro en la UE), me tocan las pelotas como nunca me había ocurrido en toda la vida circulando por Europa.

Me piden primero si llevo dinero para sobrevivir en la UE. Pero hombre, si vuelvo a casa, les digo...
Nada. ¿Llevas money? Les enseño la cartera (absurdo llevando Visas) y como hemos liquidado cuentas con Josep Emili, llevo dinero mío y el que me ha pagado por estos días. Total 1.200 euros cash. ¡Uf! Too much, horror exclaman. DNI please. ¡Uf! Apellido vasco. Y un tío solo con el coche cargado hasta arriba. Please, aparque a la izquierda. Y se llevaron el DNI a las oficinas para consultar por ordenador si era uno de los terroristas más buscados. Y mientras los tres aduaneros se dedicaron con cariño a mirarlo todo, incluidos bolsillos de mi pantalón y cajitas de barritas energéticas (¿doping?). ¡Que soy alpinista, no terrorista!, les decía, pero como ya tengo una edad no les convencía. Cuando descubrieron la bolsa con el material, casco, expreses, friends, etc. se rindieron. ¡Alé!, me dijeron, con cara de mala leche por haber perdido tanto tiempo inútilmente. Estúpidos, les dije yo (mentalmente, claro).

A las diez menos cuarto aterricé en BCN y a sus 38 grados a la sombra, pero pienso sobrevivir al cambio climático y de altura. Ahora a cuidar a mi media naranja. Vacaciones interrumpidas de momento.

Foto: Preparando el retorno ¿Cabrá de nuevo todo en el coche?

martes, julio 21, 2009

Bajada de la Cabaña Tracuit

Voy a hablar primero de la puesta de sol del día anterior. Algo impagable (a pesar del frío que hacía). Son estos momentos de belleza suprema que de vez en cuando obtienes como premio, gracias a estar tan alto. Ya tocaba un momento de relax y contemplación. Aún tengo la retina impresionada.

La mañana siguiente desayunamos a las ocho, con un refugio ya casi vacío. Ayer subió gente, pero nada que ver con el overbooking de la noche del lorito.

Hoy, sin "Pedorreten", hemos dormido en otra habitación plácidamente.

Ayer noche cenamos con una pareja de holandeses y uno de ellos hablaba castellano. Es bibliotecario de la FEDE holandesa, que cuenta con 55.000 socios, la mayoría de ellos dedicados al excursionismo plano, dada la ausencia de montañas en Holanda.
Mientras estamos preparando la mochila para bajar, cae el primer chaparrón. El tiempo vuelve a cambiar a peor y a las nueve aparecen los holandeses destrozados. Se han retirado porque no se ve un pijo y por arriba hasta nieva. Lo dicho, en los Alpes las condiciones lo marcan todo, y un pico fácil puede ser otro día inaccesible.
Nos vamos para abajo preparados para mojarnos (aunque bien tapados), pero a media bajada se abre un claro inmenso y tenemos sol hasta Zinal. Supongo que los holandeses debían estar mordiéndose los puños. La vida es así.
Por cierto, en el comedor del refugio se exhibe el proyecto de reforma y ampliación de este refugio. La cosa corre prisa. Esto no se aguanta.

En la foto de arriba se ve el refugio con la lluvia que nos viene por la izquierda. Sentada en el banco de la fachada y vestida de negro, nuestra jovencísima mesonera catalana.
Click obligado encima de las fotos de la puesta de sol, para verlas mejor.

lunes, julio 20, 2009

Bishorn (4.153 m.)


El Bishorn es una cumbre muy visitada, dada la ausencia de dificultad que supone su ascensión. Podríamos equipararlo al Aneto en el Pirineo, cumbre que supone un hito para muchos montañeros y marca el máximo de sus ambiciones. Así se montan unas colectivas de espanto y es fácil ver salchichas de seis y siete personas recorriendo sus nevadas pendientes. Aquí los guías, al igual que en el Montblanc, en el Breithorn o en el Allalin, hacen el Agosto.
A pesar de su ausencia de dificultad el Bishorn no lo regalan. Hay que sudarlo, ya que no hay teleférico que te ahorre el subidón de 1.600 m. y al día siguiente 900 m. más. Es decir, dos Anetos para entendernos (y luego los que van con el tiempo ajustado, bajarlos de un tirón).
Amaneció un día azulado, casi sin nubes, pero con un viento atroz que iba a más a medida que subíamos.
A pesar de la curtida en la Zumsteinspitze, esto era peor, porque te barría literalmente (aunque bajo cero, no eran los quince negativos que padecimos en el Monte Rosa) y como había nevado hacía dos días, se formaban continuamente auténticos remolinos nevados que nos dejaban sin visibilidad. De hecho la movida de nieve fue tal, que bajando me metí hasta la rodilla, con serios problemas para sacar el pie. Mi buen rato me costó.
Hay que echarle kilos de voluntad para hacer una ascensión en estas condiciones, pero la realidad es que solo cuatro cordadas se dieron la vuelta.
Dice la guía que es un recorrido por nieve, con cortos tramos de escalada (I) por la arista cimera.
Pues bien, de eso nada. Todo nieve con una pequeña arista al final (unos 30 m.) único momento en que cogí el piolo, ya que hasta aquí subí con los bastones de esquí. Josep Emili además llegó sin ponerse los crampones, como ya es habitual cuando considera que la pendiente no merece su desgaste.

Excelente vista desde la cumbre, aunque castigada por el viento. Tanto que, Sara, que pesa menos que nosotros, decidió poner rodillas al suelo para evitarse sustos, a pesar de permanecer encordada.

Medio tapado teníamos muy cerca el Weisshorn, cumbre difícil, ya que ver su ruta normal da espanto.
Veíamos toda la cadena Strahlorn-Rimpfisch-Allalin-Allphubel-Täschhorn-Dom-Lenzspitze-Nadelhorn. Así mismo se veía bien toda la cadena del Monterosa.
Y muy cerquita la punta Burnaby (4.135 m.), famosa por haber sido conquistada por una mujer, en la era romántica del Alpinismo, que no se atrevió con el cono final del Bishorn y se limitó a conquistar esta punta.
Bajamos rápido y sin problemas, satisfecho de no haberme dado la vuelta, como pedía el cuerpo y de haber aguantado el esfuerzo después de la noche que me obsequiaron en Tracuit. Por cierto, en esta ascensión tampoco había grietas.

Fotos. La de arriba en la cumbre, con Sara rodilla en tierra. A la izquierda, la arista que lleva al Weishorn (vía normal) que está tapado.
Abajo, la primera en plena pendiente sufriendo el azote del viento. La siguiente en el collado que separa la punta Burnaby del Bishorn y la tercera, también con la punta Burnaby detrás, en los últimos metros de la arista del Bishorn. Recuerdo que las fotos pueden verse ampliadas haciendo click encima de ellas.

domingo, julio 19, 2009

Subida al refugio de Tracuit (3.256 m.)


De nuevo buen tiempo. Dejamos todo montado en Saas Grund y nos vamos al próximo valle de Zinal, que no conozco. Valles no invadidos por el turismo y que conservan todo su encanto. Bajamos desde Saas Grund hasta Sierre y subimos por el Valle de Zinal, precioso. Nos desvían en un pueblo por celebrar fiestas y nos hacen dar una vuelta tremenda, pero así recorremos las dos vertientes.
Nos cuesta encontrar el camino que sube a Tracuit. Perdemos más de media hora dando vueltas con el coche. Total, está nada más pasar el pueblo de Zinal. Entre una cosa y otra vamos tarde, porque también hemos salido tarde de Saas Grund, ya que hacía mucho frío a primera hora y daba pereza.
La subida a Tracuit es una machacada de orden máximo. 1.600 m. de desnivel, cargados y con nieve al final, debido a la nevada de ayer. Tracuit se halla a 3.256 m.
Cinco horas son lo normal para llegar hasta ahí. Como son las 14.30 h. y las cenas se suelen servir a las siete, tenemos claro que no cenamos. Con las prisas no comemos nada subiendo.
Primero se lanzó al ataque Sara, para intentar llegar antes de las siete y pedir clemencia (a pesar de que tenemos reserva). Después se lanzó al ataque Josep Emili, quedándome solo. Josep Emili pasa a Sara a toda pastilla en el tramo final y llega a tiempo... pero aquí, mira por donde, dan la cena a las 18.30h.
Pero aparece un ángel de la guarda. El refugio, abarrotado al máximo (han hecho dos turnos para cenar), lo llevan dos chicas y un chico... y una de las mesoneras es ¡de Barcelona! Que gustarro hablar catalán por estas alturas. La chica se apiada de nosotros y nos da los restos de una sopa y nos hace una olla de espaguetis. Algo es algo.
Pero falta la noche. Terrible.
Tracuit es un refugio no renovado que conserva todo el encanto de los refugios hechos en los años cincuenta, pero todos los inconvenientes también.
Por ejemplo no tiene agua, por lo que olvidate de lavarte nada.
Los dormitorios son de campo de concentración. No dudé en bautizarlo como Mathausen II. (Mathausen I es el Gouter en el Montblanc).
Nos costó que nos encontraran un hueco donde dormir (25 personas todas juntitas por sección y piso) y cuando ya creía que podría dormir un poco (nos levantábamos a las 4 h.), resulta que el vecino, un tío de dos metros, se había colocado al revés y con la cabeza en el lado opuesto. O sea que su culo quedaba próximo a mis narices. Poco después de apagada la frontal empezó una tormenta no precisamente eléctrica, sino intestinal. El tío cerdo (Pedorreten en alemán), después de varias tracas, procedió a airear sus mantas enviándome un perfume salvajemente parisino. ¡Será hijo de puta!¡Como puede existir gente así! Rato después se levantó y descendió al suelo (estábamos en el primer piso de literas) para proceder a aliviarse. ¡Salvado!, pensé. Pero volvió con la ametralladora y repartió una nueva traca que naturalmente procedió a airear y repartir con cariño (hay gente muy generosa). En mi vida he visto nada igual.
Pero aquí no acaba la cosa. Todo esto iba acompañado de los sonidos emitidos por una chica que procedía a vomitar continuamente. Obviamente era Mal de Altura Agudo.
La noche del lorito, asfixiado además por tanta gente en tan poco espacio y encima oyendo rugir el viento en el tejado del refugio. Mientras desayunabámos, aún de noche, el helicóptero de salvamento suizo se posó detrás del edificio y la chica a trancas y barrancas, envuelta en una manta, llegó hasta él como pudo y se la llevaron volando al valle.
¡Que noche tan inolvidable! Sin comer, casi sin cenar y sin dormir. Y ¡venga! que hay que subir al Bishorn después de los 1.600 m. de machacada previos.

Puede observarse en la foto parte del apelotonamienro infame, con los calcetines malolientes puestos a secar encima de la mesa. Solo le faltaban unas barras para confundirlo con un vagón de metro en hora punta. Al fondo se ve a Josep Emili, que para poder salir ha de pedir que se levanten siete u ocho personas.

sábado, julio 18, 2009

Aguantando el marrón en Saas Grund

¡Nos ha nevado muy cerca!¡Vaya marrón en pleno verano! Y eso que estamos abajo, en el valle. Todas las cumbres cercanas han aparecido esta mañana bien nevadas. Frío y viento. Me paso el día en el saco, dentro de la tienda, leyendo. Sara y Josep Emili, por la tarde, se han subido por el Kapellenweg, ya que hay unas vías cortas de escalada. A Josep Emili le cuesta estarse quieto. Han bajado congelados. Dentro de todo, por suerte parece que esto no va a durar más. Sería cuestión de irnos mañana al valle de Zinal, para subir al Bishorn.

viernes, julio 17, 2009

Bajada del Refugio Britannia


Marrón severo a la vista. Queríamos hacer mas cosas desde el Britannia, pero el panorama es sombrío. Nueva ola de frío. Viene una bajada de temperaturas de quince grados y varios días de mal tiempo. Pues, para abajo. Volvemos al teleférico en el Felskin. No hay nadie. Llegamos a Saas Fee aún con un poco de sol. Nos bajamos caminando por el camino Am Kapellenweg (o sea, el camino a la Capìlla) que nos lleva directos al camping y nada más llegar se desata el marrón. Nos vamos a dormir a las nueve de la noche con seis grados (Saas Grund está a 1.600 m.). Comemos cualquier cosa, porque el frío es inmenso y la lluvia fuerte lo impide todo. Mañana será otro día. A ver cuanto dura esto.

jueves, julio 16, 2009

Strahlhorn (4.190 m.)


¡Por fin! Sin nubes. Amanecer espléndido. Todo rodado. Calor. Salimos al amanecer y la salida del sol nos sorprende en el Allalingletscher, ese largo glaciar que nos lleva hasta el Adlerpass (3.789 m.), en una monótona e inacabable ascensión con una pendiente muy baja, con lo que no ganas metros ni en broma.
En el Adlerpass la historia no se acaba. La cresta hasta la cumbre es larguisima. Nos cruzamos con Bonifacio, Andoni y un tercer compañero (no me acuerdo de su nombre) y nos dicen (viento fuerte en ese segmento de la arista, ya que día perfecto no existe en los Alpes) que la cumbre está "a tomar polculo (sic)". Pues bien, no está "a tomar polculo", está "a tomar polculoymedio".
Al principio tiene unos segmentos a controlar, de esos de no te caigas, pero luego es muy amplia. Te esperas una cumbre, por fin, de esas amplias, gentiles, etc. Pero no, yo en la cruz metálica y Josep Emili y Sara en una piedra un poco más allá. No hay sitio para tres.
Vista increíble (Monte Rosa, Cervino, Dom, Allalin, Rimpfischhorn, Alphubel, etc.), pero la paliza que nos hemos pegado nos ha dejado con pocas ganas de disfrutarla.
En la bajada padecemos de calor a tope. Un torradero. ¡Que contrastes! ¿Durará esto?
Al llegar al Britannia la gente está en los bancos de la terraza. Parece la Costa Brava.
Sólo hemos subido diez personas a la cumbre. Y es que está es una cumbre para hacer con esquís.
Hemos encontrado muchas grietas, pero en fase de apertura, lo que no nos ha dado ningúan problema, pero saltitos, muchos. Ventajas de estar aquí en Julio.
Cervecita (todo un lujo de Casino de Montecarlo) y disfrute de las cabras ¿salvajes? que nos vienen a ver.

miércoles, julio 15, 2009

Mal tiempo en Cabaña Britannia.

Pues no ha habido suerte. Los Alpes son los Alpes. Nueva parada y fonda en un refugio. Por la tarde se arregla y subimos a la pequeña colina que está al lado del Refu y disfrutar de una espléndida vista y del agradable atardecer. Esto ya es otra cosa. Mañana seguro que tendremos, por vez primera, un día excepcional. Hasta la fecha todos los días hemos tenido en algún momento nubes.
Toca hablar de precios. La nueva moda es no poner agua a disposición de los refugiados. En todos los refugios el agua se vende al "módico" precio de 2,5 € la botella de litro y medio. Pero en el Britannia la botella vale 10 SFr., que al cambio (1,475) nos da 6,78 euros o sea 1.128 pelas, lo que nos da un precio de 750 pelas litro, o sea precio de una buena botellita de Rioja (mejor no os digo lo que vale una botella de vino o una birra en el Refu). Un atraco en toda regla. Para acabar de redondearlo, no dan pan en la cena. Hay que pagar así la ampliación del Refugio.

Unos españoles con los que cenamos (Bonifacio de Madrid y Andoni de Bilbao), victimas también del atraco, descubrieron unos 100 m. por debajo del Refu un manantial y Josep Emili se montó una mini expedición en busca de agua, que representó un botín de seis mil pelas. Muy agradecido le estoy.

martes, julio 14, 2009

Subida a Cabaña Britannia (3.030 m.)


Nos vamos caminando al pueblo, a coger el autobús que nos subirá hasta Saas Fee (muy caro para tan poco kilometraje).
En Saas Fee nos vamos, atravesando el pueblo, directos al teleférico del Felskin, pero un cartel nos indica que está cerrado. Por un momento nos tiemblan las piernas. ¿No se puede subir a cabaña Britannia con remonte?
Pronto salimos de dudas cuando le preguntamos a un jovencíllo francés que baja de esquiar del Allalin y nos dice que el telecabina de la izquierda, operativo, nos lleva también a la misma cota, al Metro Alpin. ¡Uf, que susto!
Poco después ya estamos pisando nieve, pero se pone a llover.
Esto esta lleno de chavales españoles, bueno, del Valle de Arán. Pertenecen al equipo de esquí de competición del Valle y están entrenando, para que el verano no les haga perder la forma. También hay otro equipo italiano. Todo un lujo.
Llegamos al Britannia en medio de las nubes. Estan vez no nos hemos mojado, ya que al salir del telecabina nos hemos puesto el equipo pertinente.
Esta vez solo me he dejado las gafas normales, unos gayumbos, una camiseta y los paranieves.
Desde la última vez que estuve por aquí ya han pasado un montón de años. El refugio lo vaciaron y lo rehicieron totalmente y también lo ampliaron. Lo han hecho muy bien y aún parece el antiguo.
Lo regentan mujeres, liderado por una Rotermeyer y cinco chicas, que están muy cachas de tanto levantar perolos inmensos y algunas de muy buen ver. Todo muy alemán y muy arreglado y limpio. Disciplina y orden. ¿Qué tiempo nos hará mañana?

lunes, julio 13, 2009

La muela de Sara

Ya no aguantaba más. El Ibuprofeno ya no era suficiente remedio. Hemos ido a la oficina de Turismo y nos han dado la dirección de una dentista aquí cerquita. No hay que bajar a Sion o a Sierre. Por un módico precio de 320 Sfr. le han hecho un empaste provisional pero que funciona. Ya podemos pensar en seguir con el plan. Ahora toca que nos ayude el tiempo.

domingo, julio 12, 2009

Saas Grund. Descansando.


Jornada de descanso en Saas Grund. Tercera vez que estoy aquí en el camping Am Kapellenweg, aunque he pasado otra vez por aquí sin acampar. Vine desde el valle de Zermatt (Täsch) y con Josep Emili nos fuimos directamente a Saas Fee, al aparcamiento gigante, para subir al Rimpfischhorn.
No había mucha gente en el camping y nos escogimos un trozo amplio de terreno donde estuvimos de maravilla. Toca descansar y ver que pasa con la meteo que no esta muy clara. ¡Que complicados son los Alpes con el tiempo!

sábado, julio 11, 2009

De Italia a Suiza por el Gran San Bernardo


Hoy carretera y manta. Decidimos pasar al lado suizo de los Alpes y olvidarnos del plan que contemplaba subir el Gran Paradiso (1.400 m. de desnivel el segundo día), ya que consideramos que no estamos aún muy curtidos y sufriremos.

Preferimos irnos a Saas Grund, donde hay una serie de cumbres cuya ascensión es (en teoría) menos asfixiante.

Atravesamos el siempre espectacular puerto (2.473 m.), famoso por los perros de San Bernardo y su barrilito. Nos paramos a comprar recuerdos. Recuerdo que hace muchos años aún había perros (mejor dicho, perrazos) con el barrilito. Ahora solo los hay de peluche en las tiendas. Hace fresquillo. Un cartel nos explica que por aquí pasó Napoleón con 40.000 soldados.
Naturalmente hemos pasado por el puerto ignorando el túnel. Sería un error inmenso no pasar por este magnifico collado.

viernes, julio 10, 2009

Bajada del Gnifetti por el Paso del Salati

Largo camino de descenso desde el Refugio Gnifetti hasta coger el telecabina en el Salati (olvidaros de lo que dicen las guías de la punta Indren. Ese teleférico ya no existe). La salida inicila del Refugio es una mini ferrada. Buen calentamiento. Después atravesamos un tramo de glaciar y llegamos al Mantova, antes de una larga travesía de nieve (horrorosa estación de esquí en obras de ampliación) atravesando el glaciar Indren, llegando al Salati donde nos encontramos previamente con otra ferrada, más pensada para asegurar el tránsito de gente a los refugios cuando cae una nevada.
Y volvemos al mundo después de seis días durmiendo por encima de los 3.500 m. Toda una experiencia. Lo más deseado: ¡una ducha de agua caliente!

Por la tarde estamos ya en el Camping Margherita en Gressoney St.Jean, donde habíamos dejado un coche, lleno hasta reventar, para no dejar nada a la vista en el coche que dejamos en Stafal. Dan un suspiro de alivio en el Camping cuando nos ven. Nos hemos retrasado dos días respecto a lo previsto y estaban preocupados, pero llamaron al Gnifetti y les confirmaron nuestro buen estado de salud. Gente muy amable.

Decidimos que mañana nos vamos para Suiza por el paso del Gran San Bernardo. Como solo vamos a estar ya unas horas, montamos las tiendas pequeñas.

En este camping para ducharse con agua caliente hay que comprar fichas, que duran la barbaridad de tres minutos. ¡Cómo nos deben haber visto que nos han dado al llegar dos fichas a cada uno!.

jueves, julio 09, 2009

Ascension a la Zumsteinspitze (4.563 m.), Signalkuppe (4.554 m.) y Balmenhorn (4.167 m.)


Día de éxito. A pesar de que el frío sigue igual, no hay viento y luce un sol radiante.
Alcanzamos la Zumsteinspitze (cuarta cumbre de los Alpes), 4.563 m. a mediodía. Aquí arriba le pega el viento salvajamente y la sensacion térmica es de -15. Llevamos puesto todo lo que tenemos. Espectáculo impresionante. Despues nos vamos a la cercana Signalkuppe (4.554 m.), donde se encuentra la cabaña Margherita, que se utilizó para investigacion científica hasta la llegada de los satélites. Aqui el viento es inhumano. De bajada hacemos la pequeña cumbre del Balmerhorn (4.167 m.).
Un dia para no olvidar.
Por cierto, hay tanta nieve que no hemos visto ni una grieta y hay gente que ha hecho las cumbres (hasta el collado superior) con esquís.

Fotos: Arriba en la Zumstein. La primera abajo, también en la Zumstein. Se ve cabaña Margherita (Signalkuppe). Las dos siguientes son en esta cumbre. Ya no podemos ir más tapados.


 
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