lunes, agosto 03, 2009

Viento en la cumbre del Bishorn (4.153 m.). Clip de vídeo

En las ascensiones alpinas los esfuerzos y la meteorología no permiten muchos excesos fotográficos. Las mejores fotos se pueden obtener en la mayoría de ocasiones en sitios expuestos (por ejemplo crestas de nieve y hielo) lugar que no es el óptimo para sacar cámaras sino para agarrar bien fuerte con las dos manos el piolet.
Mucho menos la cosa está para ir filmando. Como mucho se filma en la cumbre.

De todas las ascensiones efectuadas este pasado mes de Julio en los Alpes, únicamente he filmado unas pocas imágenes en la cumbre del Bishorn y en el refugio de Tracuit, punto de partida final para esta ascensión.
Lo hice porque me quedaba batería suficiente y porque había que reflejar que lo que muestran las fotos (maravilloso día con un perfecto cielo azul) no es así en vídeo, o sea la realidad. He dejado el sonido en la cumbre, con su amplio dialogo: ¿Te lo pasas bien?, le pregunto a Sara, quién me contesta ¿y tú?. Pues de puta madre, es la respuesta… Así estaban los ánimos después de muchas horas aguantando el vendaval.

Y es que era durillo (y frío). Las imágenes pueden dar a entender que vamos bebidos, pero no. Algún ¡epaaa..! se me escapa cuando el viento está a punto de tirarme.

Sara lo resolvió pronto. Hincó la rodilla a tierra y fuera problemas. Josep Emili lo resolvió a su manera: elaboró un teorema, le añadió un axioma más una ecuación diofántica y encontró el ángulo justo que debían formar las piernas para no oscilar lo más mínimo. El resto de mortales aguantamos los embates de Eolo como pudimos.

El clip se inicia en un pequeño agujero que hay antes del cono final y que permite resguardarse un poco del viento y así poder comer y beber un poco.


Exposición en paralelo de fotos de Robert Capa y Gerda Taro


Ya en su día escribí sobre el maravilloso descubrimiento de las fotos perdidas de Capa (Ernö Friedmann). Aún no ha llegado el momento de verlas. Parece que se está preparando su primera exposición para el 2010 en Nueva York. Por lo tanto tendremos que esperar probablemente hasta el 2011 para verlas en España.
De momento nos hemos de conformar con las dos exposiciones paralelas que el MNAC está mostrando estos días (y en las que podemos ver ya dos fotos de dicha maleta perdida) y que pude ver el pasado jueves. Una exposición está dedicada a Capa y la otra a Gerda Taro (Gerta Pohorylle), compañera profesional y sentimental de Capa, que murió a los veintisiete años (¡que jóvenes eran!) aplastada por un tanque en la batalla de Brunete.

El MNAC acoge las dos exposiciones precisamente en 2009, cuando se cumple el 70 aniversario del fin de la Guerra Civil española.

Robert Capa (1913 -1954) fue uno de los fotógrafos más destacados del siglo XX. Sus imágenes se publicaron en las principales revistas ilustradas, donde se dio a conocer, y en las que perfeccionó su técnica como maestro del fotoperiodismo moderno. ¡Esto es la guerra! Robert Capa en acción constituye una exposición pionera que reexamina las aportaciones de Capa durante las décadas de 1930 y 1940. El título se ha extraído del artículo publicado el 3 de diciembre de 1938 en la revista británica Picture Post, con las imágenes de Capa de la batalla del Segre.

A través de fotografías, comentarios manuscritos, libros y revistas, las historias cobran vida y nos permiten comprobar cómo trabajaba Capa. Muerte de un miliciano republicano, 1936; La batalla del río Segre, 1938, y Refugiados de Barcelona, 1939, centran su crónica de la Guerra Civil española. China, 1938, documenta el conflicto sinojaponés. Día-D, 1944, y Liberación de Leipzig, 1945, presiden sus fotografías de la Segunda Guerra Mundial.

Gerda Taro (1910-1937) fue una fotoperiodista avanzada a su tiempo cuya breve carrera consta casi exclusivamente de las sobrecogedoras fotografías tomadas en el frente de la Guerra Civil española. Sus imágenes, ampliamente reproducidas en la prensa izquierdista francesa, incorporaban elementos propios de la Nueva Visión, movimiento aparecido en Alemania hacia 1920, así como una proximidad física y emocional con el sujeto. Sus fotografías son un testimonio espléndido aunque poco conocido de aquel momento crucial en la historia de la fotografía de guerra. El ICP conserva la mayor colección de sus obras, formada por originales en papel y negativos. Esta exposición, la primera gran retrospectiva dedicada a esta fotoperiodista y que ahora puede verse de forma excepcional en España, presenta fotografías, libros y revistas en las que se utilizaron imágenes de Taro.

En mi opinión, Taro era mejor fotógrafa que Capa, por una sencilla razón (¿será por que era mujer?): las personas se convierten en el tema central de sus fotos y están más próximas al objetivo. La foto de la miliciana haciendo prácticas de tiro es soberbia.

Un artículo del diario El Día, sobre la exposición.

 
View blog top tags