martes, octubre 13, 2009

No hay como nacer a hombros de gigante

Esto lo dijo Newton, que en 1727, a los ochenta y cinco años, murió y fue inhumado en la Abadía de Westminster. Sabio sobresaliente de su época, reconoció su deuda para con quienes le habían precedido, con las siguientes palabras: "Si he llegado a ver más lejos, ha sido gracias a que he subido a los hombros de gigantes".

Está claro que algunos, cuando nacen, sin haber dado clavo, ya están varios metros sobre el nivel del suelo, que es por donde se mueven el resto de los mortales. El último ejemplo lo tenemos en el hijo de Sarkozy, Jean. Como muy bien nos explica El País hoy, a sus 23 años, este estudiante de tercero de derecho aspira a dirigir el EPAD, que es el organismo público que regula y ordena el barrio de los negocios de La Défense en París.

Mientras que el resto de normales hijos de vecino, que estudian tercero de una carrera, aspiran, como mucho, a que cuando acaben la carrera encontrar un trabajo temporal de mil euristas, pues este chaval, ya lo veis, ya va de manager (¿con qué experiencia?). Lista que nace la gente. En este caso no solo nace a hombros de gigante, además lleva zancos.

Su papi ha salido al quite, of course, y nos ha explicado rápidamente que su hijo es un “figura”.

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