viernes, marzo 25, 2011

La nevera

Artur Mas, Presidente de Catalunya desde hace poco, se está empezando a enterar de como está el patio (lo que demuestra una vez más que nuestros políticos están en las nubes) y parece perplejo por el impacto que está teniendo la crisis económica en la Generalitat, como nos explica Enric Company, en su artículo "El choque de CiU con la realidad". Da la sensación que estaban en la inopia. ¡Lo que cuesta que la clase política se entere de la dimensión y consecuencias de esta crisis!

Con los pies ya en el suelo, ahora Mas entra en la siguiente fase. Pretende arreglar las cosas y ha convocado una reunión para intentar mejorar el tema económico. Para ello previamente ha encargado una serie de informes (forma conocida de mantener a determinados parásitos afines al partido gobernante) para que los “expertos” de siempre propongan soluciones a la crisis.

Nos enteramos ahora que ha encargado los informes, no ya a neoliberales, sino a ultraliberales (preside este grupo de "sabios" el presidente de Abertis, empresa que es posible beneficiaria de posibles externalizaciones del gasto público). Es decir, les pide a los empresarios como solucionar la crisis. Naturalmente lo que proponen beneficia únicamente a los empresarios, vendiendo el correspondiente humo de que las medidas generarán empleo (¿como la de redimensionar las plantillas de la administración?).

Las soluciones que propone el informe ponen los pelos de punta: reducir más los salarios, acabar con el contrato vitalicio de los funcionarios, copago en sanidad, justicia, universidades y educación, contrato único, redimensionamiento de las plantillas públicas, dar entrada a las patronales en la confección de los planes de estudio de las universidades (¡viva la autonomía universitaria!), externalizaciones de lo público, loas a la producción privada y hasta lanzan un hurra por la energía nuclear, etc.

Mas se entera ahora de que hay una nevera con más de cuatro millones de trabajadores ateridos de frío dentro de ella, sin esperanza de que les llegue calor alguno. Pero Mas, que ya ve venir que dentro de cuatro años le pasarán el cepillo los votantes porque no habrá solucionado nada, quiere dar un poquito de calor y en sus fantasías empieza a dar vueltas por su cabeza la posibilidad de redimir a dos o tres parados.

Pero no se entera que está dentro de una nevera de gruesas paredes (más sólidas incluso que las del reactor de Fukushima), que se ha construido en tan sólo un año a base de más dosis de neoliberalismo. Todas las medidas que se han tomado en los últimos meses van contra la generación de empleo, como la modificación del contrato laboral que afirmaba que crearía puestos de trabajo.

Todas las medidas de recorte, del gasto en inversiones, reducción de los salarios a los funcionarios, subida del IVA, congelación de las pensiones, etc., lo único que han conseguido es deprimir el consumo y evitar entrar en la senda del crecimiento, único factor que puede generar empleo. Se está actuando al revés: desmontando el estado, lo que cronificará la crisis.

Seguir en esta línea sería convertir la nevera en un congelador. Ya se va camino de ello y no hace falta que le echen más líquido refrigerante. Leyendo las medidas que se está planteando estudiar en está reunión que se celebra hoy, uno no deja de ver la impotencia de nuestros políticos, dominados totalmente por el poder económico. Con esas propuestas la nevera seguirá generando mucho frío.

Lo que más sorprende es ver que determinados esquemas erróneos instaurados en lo más profundo del pensamiento de nuestros gobernantes siguen en sus mentes. El primero es que no se crea empleo porque no hay gente preparada para ellos (en la propuesta se propone potenciar los idiomas y la FP), cuando leemos en la prensa que la gente recorta sus CV a efectos de encontrar empleo: ¡están demasiado preparados para la mayoría de ellos!

Una auténtica estupidez que el gobierno crea que la demanda de trabajo no puede cubrir sus puestos de trabajo por falta de formación en la oferta.

La segunda es la eterna salida potenciando las infraestructuras estratégicas, que parece ser la eterna panacea de nuestros gobernantes. Basta leer lo que decían nuestros políticos cuando inauguraron el aeropuerto de Lérida (una inversión de 97 MM. de euros, más gastos de mantenimiento), aeropuerto en el que pronto veremos hierba en las pistas (patético lo ocurrido el domingo pasado que demuestra la situación de esta inversión inútil, en su día estratégica).

Artur Mas prometió durante la campaña electoral catalana organizar una cumbre anticrisis con la obsesión de que no acabara siendo tan solo una foto.

Al final la reunión no servirá de nada, un pasteleo político inútil, pero que avisa de futuras intenciones contra los trabajadores. Se harán la foto y dirán, una vez más, que su objetivo prioritario es crear empleo. Después tomarán medidas de Política Económica totalmente contrarias a ese objetivo.

Y hasta la próxima.

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