jueves, junio 16, 2011

Accidente de helicóptero en Andorra


El martes por la mañana me fui a Andorra con el objetivo de subir al pico más alto de este país, el Comapedrosa (2.939 m.). Primero pasé por Alpesport a comprar unas cosillas de material de montaña y después de comer me subí a la estación de esquí de Arinsal hasta el punto (pasado el tunelillo a la derecha) donde parte el camino que sube al refugio de Comapedrosa (2.260 m.), donde dejé el coche.

En poco más de dos horas ya estaba allí. Por delante una tarde placentera ya que tan solo eran las cinco y media y me quedaban dos horas hasta la cena.

Estaba llamando a mi santa para decirle que todo iba bien cuando apareció el helicóptero amarillo EC-LHP de la empresa andorrana Heliand. Y es que en el refugio de Comapedrosa están en obras. Van a instalar una minidepuradora (en las montañas andorranas cuidan el medioambiente bastante) y unos paneles solares.

Como la semana pasada hizo muy mal tiempo no han podido empezar hasta esta semana y como el lunes era festivo, el martes fue el primer día en que empezaron a subir los materiales.

Desde las seis a las ocho de la tarde el helicóptero hizo muchísimos viajes subiendo todo tipo de cosas para la obra y llevándose tierra procedente de la excavación hecha en el suelo para alojar la minidepuradora.

Estuve filmando y haciendo fotos y hablando con los trabajadores. Especialmente amable el encargado de la obra, que me ofreció bajar en el helicóptero, ya que sobraba una plaza. Le expliqué que yo iba para arriba, que mi plan era subir al día siguiente al Comapedrosa.

Entre viaje y viaje del helicóptero la conversación derivó sobre el peligro de volar en helicóptero. Les expliqué que yo era un amante de los aviones y que había pilotado aviones sin motor y que no me producía ningún temor, pero volar en helicóptero lo consideraba (lo considero) de una peligrosidad extrema. Y entre viaje y viaje del pájaro amarillo les expliqué múltiples historias de helicópteros.

En una de las descargas el helicóptero se acercó mucho a las paredes/tejado del refugio y rápidamente me puse a resguardo… me vino a la mente el accidente del Clot de Chil.
Luego, cuando a las ocho se fueron los cinco para abajo, más el piloto francés, Jean Claude Boulanger, pensé que me había excedido, ya que la obra durará tres meses y van a estar subiendo y bajando en helicóptero cada día. Un error crearles miedo, pensé después.

Por la mañana salí del refugio a las siete y media. A las ocho oí el ruido del helicóptero dejando a los trabajadores de nuevo en el Refugio. Volvió a bajar al valle y cogió cinco personas más para llevarlas al otro refugio andorrano guardado, el Juclar, que también está haciendo obras.

Y subiendo a estas personas se estrelló. Cinco muertos y un herido muy grave.

Hoy he llamado al refugio y estaban todos planchados. No es para menos. Se acordaban mucho de la conversación que tuvimos.

Increíble que cuando el helicóptero, después de descargar, se iba con la eslinga colgando (como unos quince metros) pensase que eso, si bien se supone que un piloto experto lo controla, es un factor de riesgo importante. Volar por encima de bosques en pendiente puede hacer que en algún momento la altura no sea la correcta y el gancho, que cuelga quince metros más abajo, se quede pillado en las ramas de un árbol. Y eso es lo que parece que ocurrió.

Adjunto un vídeo que he montado con imágenes de los diferentes viajes que hizo durante la tarde. Sus últimas imágenes.

Ver la noticia (catalán) y en La Vanguardia.








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