miércoles, diciembre 21, 2011

Amiguetes incondicionales


Pues no. Una vez más veo que no voy a ser ministro. Y es que ante tanta preparación, inteligencia, capacidad, eficacia, brillantez y virtudes varias, uno ha de reconocer que es una nulidad, aunque lo que observo es que me falta la virtud principal: no soy amiguete de Rajoy, característica primordial, por lo que observo, para ser nombrado ministro.

Pues nada, con pocas sorpresas, aquí tenemos ya a los que nos llevarán a la ruina.

A destacar que el ministro de Economía,
Luis de Guindos, fue presidente de Lheman Brothers de España y Portugal. Y más aún, el ministro de Defensa está trabajando actualmente en la empresa privada… dirigiendo actualmente la filial española de la empresa europea de misiles MDBA y, desde hace pocas semanas, Seguribérica, la firma que presta seguridad a los atuneros españoles que faenan en el Índico (quienes a partir de ahora tendrán sin duda las fragatas y cruceros que hagan falta para su seguridad, esa seguridad que pagamos en parte todos los españoles para que se beneficien unas cuantas empresas privadas). Hay que ver lo fácilmente que se pasa de lo público a lo privado... y se vuelve a lo público.

Que nadie se lleve las manos a la cabeza por ver a Tontoro y a Cañete otra vez cortando el bacalao. Cosas peores se han visto y veremos, como el matrimonio Aznar sorbiendo del Ayuntamiento de Madrid, pago de Rajoy en agradecimiento por haberle nombrado a dedo hace años como su sucesor. El hombre es agradecido.

Pues ahí están todos por amiguismo, por pago al servilismo o por pago a los apoyos prestados en épocas de marea baja. Gracias a eso ésta es la única "empresa" donde se contrata a jubilados con 67 años de edad (José Manuel García-Margallo Marfil, ministro de Asuntos Exteriores) y también donde se puede alcanzar una Vicepresidencia-Presidencia-Portavoz con tan solo 40 años, edad con la que no se logran semejantes cotas de poder en ninguna gran multinacional, porque a esa edad aún hay mucho que aprender (y además la experiencia política de esta mujer es casi nula), pero para dirigir una nación parece ser que todos sirven, aunque luego así nos va, como nos demuestran los sucesivos gobiernos que nos afligen.

Compraros chubasqueros.

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