lunes, febrero 06, 2012

La “primavera” árabe


Desde el primer momento hemos sospechado muchos que el proceso “revolucionario” (tiene guasa utilizar esta palabra) en Libia, Túnez, Egipto y Siria obedece al mismo proceso que nos explica Naomi Klein en su libro "La doctrina del shock" y que también puede verse en cine (como ya expliqué recientemente). Ninguna sorpresa nos llevaremos al ver en qué se quedarán las pretendidas nuevas libertades y mucho menos cuando los habitantes de estos países comprueben que siguen viviendo igual o, probablemente, peor.

El objetivo, parecido al que estamos sufriendo en nuestras carnes, está muy claro: no hay mejor justificación para apoderarse de la riqueza que utilizar la bandera de la libertad política y naturalmente económica (o sea, desregulación).

El procedimiento que sigue la élite globalizadora está muy claro y para ello sólo hay que clasificar a los países en seis grandes grupos.

a) Países con democracias "verdaderas"
b) Países con democracias "sui géneris"
c) Dictaduras “de los nuestros” intocables
d) Dictaduras intocables (el bocado supremo)
e) Dictaduras derribables
f) Países que les importa un bledo

a) Países con democracias "verdaderas".
No hay que explicar como funciona aquí el expolio ya que lo estamos sufriendo diariamente. Se deslocaliza el trabajo barato y se exprime al máximo a la clase media. La democracia es teórica: vote usted lo que quiera que los que gobiernan harán lo que les de la gana, o sea lo que diga el poder económico global. Algunos se libran aún, como Noruega.

b) Países con democracias "sui géneris".
Se trata de países en los que se han implantado democracias totalmente manejables por los poderes globales. Si ya en los países del grupo anterior no funciona la democracia aquí es una verdadera pantomima. Los países árabes que ahora han llevado a cabo su pretendida revolución sufrirán este tipo de democracia, totalmente al servicio de poderes exteriores que seguirán explotando al país. En algunos casos, como en Libia, vivirán paradójicamente peor, ya que era un país muy socializado y dentro de todo parte del dinero del petróleo llegaba al pueblo. Ahora no verán ni un euro. Nigeria es un buen ejemplo: es formalmente una democracia en la que sus habitantes no ven ni un euro de sus inmensas reservas de petróleo.

c) Dictaduras “de los nuestros” intocables.
Hay dictaduras que “son de los nuestros”. Estas dictaduras “son buenas” y ahí no es necesaria democracia alguna ni revolución por la libertad, ni zarandajas de esas. Ya están bien así porque el dictador permite que las multinacionales exploten el país a su antojo, mientras le dejen una buena comisión. El país vive en la miseria pero a nadie le preocupa. El mejor ejemplo lo tenemos en la Guinea de Obiang.

d) Dictaduras intocables (el bocado supremo).
Dada su fortaleza y poder son dictaduras inabordables por el poder económico globalizador. De hecho alguna es muy útil, como China, ya que su mano de obra esclava permite producir bienes a todo el planeta a precios bajísimos. Pero soñar no cuesta nada, y pensar que es posible apoderarse del inmenso tesoro que se reparten 2.300 familias (las que anteriormente detentaban el antiguo poder político comunista) será una tentación permanente. Todo llegará.

Lo mismo pasa con Rusia, que detenta unos yacimientos de gas y petróleo inmensos. Esta fortuna se la reparten cuatro oligarcas. Dado que al pueblo le llegan solo las migajas el terreno ya está abonado para intentar empezar a darle vuelta a la tortilla. Rusia se le escapó al poder global cuando consiguieron derribar a Gorbachov y apareció imprevisiblemente Yelstin quien estropeó la jugada y el pastel se lo comieron, al igual que en China, los cuatro que tenían el poder político. Vimos como el capo del servicio de espionaje, Putin, es el que se llevó el cetro de oro.

e)Dictaduras derribables.
Países pequeños explotados normalmente por unas pocas (aquí encajan todos los países árabes) familias que se llevan en gran parte la riqueza generada.
Ya hemos visto lo fácil que es darle vuelta a la tortilla con las técnicas golpistas actuales, en que se proporcionan medios económicos, mediáticos y de armamento al pueblo para que sea él que haga el trabajo (y se cave su propia tumba). Inundan el mundo de artículos haciéndonos creer que todo esto es por la democracia. Ja.

Si se permite establecer una democracia el poder global se apodera del país. Si no lo permiten son objeto de invasión (Irak) o guerra civil interna. Irán trata de evitar convertirse en un nuevo Irak y ya vemos como sus intentos de defenderse con el arma atómica (lo único que funciona como demuestra Corea del Norte) van a ser pronto derribados (guerra directa). Una vez sin el arma se intentará la revolución interna (que ya funcionó en 1953 con la operación Ajax, un golpe perpretado por la CIA y el Sha). Mal lo tienen los que están asentados sobre apetitosos tesoros petrolíferos, ya que el propio petróleo, clave para su economía es utilizado para hundir económicamente al país mediante su bloqueo global.

A veces no sale bien, como está pasando (de momento) en Egipto, en que los militares se apartaron para permitir expulsar a Mubarak del poder, pero una vez barrido pretenden quedarse todo o al menos algo del pastel (tal cual paso en Argelia en su día -ver guerra civil en Wikipedia-).

Apoderarse del petróleo y de las empresas de un país con una guerra inmensa no es lo más rentable (Irak). Ya hay otros métodos que funcionan con mejores rendimientos. Veáse lo barato que ha salido lo de Libia.

Quedan aún muchas de estas dictaduras por derribar. Las hay que no aportan valor económico, pero sí valor político. En este último caso tenemos tres clarísimas: Cuba, Corea del Norte y Siria. Estamos viendo en directo en esta última como se aplican todas las técnicas conocidas. Ya solo falta que digan que se comen a los niños. No es de extrañar que ante un acoso tan descarado Rusia y China (dictaduras aún intocables) intenten frenar un proceso que en el caso ruso ya empiezan a sufrir. Si consideramos que no hay ni un solo periodista extranjero en Siria podemos imaginar la capacidad que tiene el poder mediático para agrandar pequeñas revueltas y convertirlas en guerras civiles desenfrenadas. Ha funcionado en Libia y está funcionando en Siria.

Hay dictaduras derribables con inmensas riquezas que son muy apetecibles y donde se van a desencadenar las próximas escaramuzas, guerras de agresión o guerras civiles internas. Una es Irán y la otra Venezuela. Las dos con reservas enormes de petróleo, una materia prima que empezará a escasear en pocos años (Peak Oil).

Hay otras dictaduras potencialmente derribables que ahora, de momento y aparentemente, son intocables. Pero todo llegará. La escasez y el precio del petróleo llevarán también a que el poder global intente apoderarse de ellas. Me refiero a los países regentados por jeque árabes, ahora tan amigos de los yanquis.

f) Países que les importa un bledo
Y después hay una larga lista de países que les importa un bledo al poder global, siempre que no les de por tocar las pelotas. Ni consumen, ni producen, ni tienen materias primas y encima son cuatro y el apuntador. Para que perder tiempo con ellos…

Click en las viñetas para verlas a mayor tamaño. Ironía pura es ver como los poseedores del arma atómica quieren impedir que otros (que no sean de los nuestros) la posean.






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