miércoles, marzo 14, 2012

Indultando, que es gerundio


Vamos viendo como el derecho de pernada del gobierno para saltarse la justicia se va aplicando día sí día no.

Vimos como Zapatero indultó a Alfredo Sáenz del Santander. ¿Lo hizo por que le caía simpático?

También hemos visto lo que les pasa a los jueces que intentan desenmascarar las tramas de corrupción montadas para financiar los partidos de derecha. Ahí está Garzón como ejemplo.

También hemos visto como los inspectores de Hacienda al frente de la oficina anticorrupción que destaparon la trama Gürtel han sido apartados del cargo y en su lugar han nombrado a Pilar Valiente, una mujer que estuvo baja sospecha en su día.

Y la guinda a este pastel de corrupción la ponen ahora en Catalunya. Como CiU y PP comen hace tiempo juntos, comprobamos ayer que entre sus pactos está el indulto de un alto cargo de la Generalitat de la época de Jordi Pujol y a un empresario, ambos militantes de Unió Democràtica, que habían sido condenados por prevaricación y malversación de fondos públicos.

En 2009 la Audiencia de Barcelona impuso cuatro años y medio de cárcel a Josep Maria Servitje, ex secretario general del Departamento de Trabajo de la Generalitat, y dos años y tres meses a Víctor Manuel Lorenzo Acuña. El Gobierno ha reducido ahora esas penas a sendas multas de 3.650 euros, una decisión sin precedentes por lo elevado de las penas impuestas. El Boletín Oficial del Estado publicó ayer la medida de gracia.

Según la sospecha más extendida, el dinero sirvió para financiar a Unió, lo mismo que ocurrió con el desvío de fondos del Consorcio de Turismo de Cataluña por el que también fue condenado Acuña.

El propio tribunal sentenciador señala que la relación personal de Servitje con Acuña “tiene su explicación por la común militancia” en Unió. Servitje fue miembro del comité de gobierno y consejero nacional de ese partido, y Acuña fue también secretario general, tesorero y apoderado de la Fundación Fecea, que también se benefició en su día de elevadas subvenciones de dinero público, según recuerdan los jueces.

En el fallo se exponía que fue el propio consejero de la Generalitat, Ignasi Farreras, el que dictó las cinco “resoluciones prevaricadoras” por las que se encargaron los estudios y no se le condenó.

¿De que sirve la justicia, que condena a prevaricadores y defraudadores públicos, y después ve como salen de rositas? ¿Qué hemos de pensar de estos partidos que nos gobiernan, CiU-PP? Pero, ¿cómo se puede votar a la corrupción permanente?

¿Condenarán a Millet?¿Lo indultarán después?

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