miércoles, noviembre 27, 2013

Por el mar corre la liebre y por el campo la sardina…

Shangri-La es el topónimo de un lugar ficticio descrito en la novela escrita por James Hilton en 1933, titulada Horizontes perdidos. Por extensión, el nombre se aplica a cualquier paraíso terrenal, pero sobre todo a una utopía mítica del Himalaya: una tierra de felicidad permanente, aislada del mundo exterior. En la novela, las personas que viven en Shangri-La son casi inmortales, de modo que aventureros y exploradores intentaron hallar ese paraíso perdido.

No he leído la novela, pero vi en el cole la primera película que se hizo de esta novela (posteriormente se hizo otra versión con Liv Ullman de prota) y me quedó muy claro esto de los mundos ficticios. Los del PP parece ser que han aterrizado con su avión perdido en un mundo que no existe. Creen vivir en un Shangri-La económico, político y social (aunque con matices, ver comentario al final del artículo). Nada más distante de la realidad ese mundo irreal que solo existe en sus mentes.

Hace cuatro días que el ministro Montoro nos decía que los salarios no bajan, cuando Rajoy hacía horas les había dicho todo lo contrario a los japoneses. El PP sueña con que la reducción de salarios se traduzca en empleo. Pero ná de ná. Mirar, les dijo a los japoneses, en vez de fabricar en China y después pagar transporte para llegar a Europa y además pagar aduanas, nada mejor que fabricar ya en España, dentro de la UE, sin aduanas, sin coste de transporte y con salarios (y sin derechos laborales) casi chinos. 

Se pensaban estos del PP que bajando salarios los empresarios españoles se iban a desbocar creando empleo y ahora resulta que solo se crea empleo si se vende y tanto da que los salarios sean chinos.
Se pensaban el PP y los empresarios que la jugada de bajar salarios iba a ser una maravilla, la poción mágica. Se mejoraban las cuentas de resultados con un coste salarial más bajo y algún día, pensaban, se recuperarán las ventas y entonces tendremos unos beneficios sabrosones. Pero resulta que no, que las ventas se hunden y lo comido por lo servido. Empresarios (los pequeños) y trabajadores, hundidos, todos en el mismo pozo.

Hoy Rajoy miente de nuevo y nos dice que España ya no destruye empleo. En su Shangri-La de ensueño resulta que todo se arregla y así el consumo aumenta, la banca ya está saneada y da crédito, el PIB crece (una porquería), ya no hay inflación y la Bolsa sube y por el mar corre la liebre y por el campo la sardina. La OCDE (que no vive en Shangri-La) nos da otra información. Y UPyD les pide a los que viven en el limbo (o sea el PP) que expliquen la magia potagia.


Que sigan en su mundo virtual y sigan mintiendo con tanta desfachatez y ya verán que hostia se pegan.

Nota: Indicaba arriba que el PP vive en un Shangri-la, pero hay que matizarlo. Y es que el Shangri-la de la novela es un un recinto de paz, «donde gobiernan los mejores, no los más fuertes», en el que perdura la cultura y espiritualidad del mundo y en el que las leyes que rigen el valle se basan en la moderación y el respeto. Nada que ver con el PP.

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