viernes, septiembre 14, 2007

¡Corralito en Inglaterra!



La crisis de las subprime amenaza con invadir el Reino Unido.
Esta semana la hipotecaria Victoria se declaró en bancarrota y Wharton Asset Management, uno de los primeros hedge funds en Europa y pionero en invertir en activos respaldados en hipotecas, ha suspendido los pagos de uno de sus productos hasta diciembre.
Aún hay más noticias que preocupan a los inversores. El diario The Times ha publicado que Barclays Capital implementará un rescate de 1.500 millones de dólares, unos 1.080 millones de euros, de Golden Key, un vehículo de inversión que maneja activos por 5.000 millones de dólares, unos 3.600 millones de euros.

Pero la noticia del día ha sido el Northern Rock Bank. Este Banco, el octavo en tamaño del país, ha solicitado auxilio al Banco de Inglaterra para que le inyectara fondos de emergencia para solucionar una “contracción severa de la liquidez” motivada por su alta exposición a la crisis subprime de EE UU.

Pero los clientes, al conocer la noticia, han formado largas colas en las sucursales del banco en todo Reino Unido para retirar sus depósitos.

Naturalmente, y como es de esperar en estos casos, la página web no funciona (sale este mensaje en un ticker: "You may find logon times for your online accounts are longer than usual. We apologise for this but please be patient, we can assure you that we will be able to deal with your transaction") y los clientes no pueden transferir su dinero. Ya se sabe. Una cosa es llevar el dinero al banco y otro que te lo lleves. Pero cuando un Banco llega a este extremo está muerto y enterrado. Tiene los días contados.

¡Quién iba a decir que veríamos un corralito en Inglaterra!

Northern Rock Plc, que ya había sido el banco británico más castigado este año en bolsa, había caído un 46% hasta las 6,39 libras por acción, por lo que su capitalización bursátil se ha reducido hasta los 2.691 millones de libras, 3.900 millones de euros. Un valor similar al de Bankinter.
El Banco de Inglaterra otorgará a este banco (que es la cuarta entidad hipotecaria de Reino Unido) una línea de crédito a corto plazo para permitir que siga operando. El banco, con la sede central en Newcastle, es especialmente vulnerable a las contracciones de liquidez por la crisis, ya que apenas posee depósitos.

La última noticia que ha vuelto a encender la voz de alarma en el mercado británico, ha sido la decisión de Abbey, propiedad del Banco Santander, de aumentar el precio de las hipotecas ante los efectos de la crisis crediticia. La entidad incrementará los préstamos de interés variable entre un 0,01% y un 0,02%, mientras que mantendrá sin cambios las hipotecas fijas. Abbey es así el primer banco en Reino Unido que toma estas medidas ante la situación del mercado de crédito.

El mercado de la vivienda en Reino Unido también sufre la crisis de impagos hipotecarios, que se une a las otras dificultades que enfrenta el mercado crediticio.

Y para acabar de rematar el día se ha conocido la noticia de que la burbuja inmobiliaria ha empezado a pinchar en Inglaterra. El precio de la vivienda cayó con fuerza en septiembre en Reino Unido, registrando la mayor caída desde enero de 2002. Los precios se redujeron un 2,6% en septiembre con respecto al mes anterior. En un mes no está nada mal.

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