viernes, septiembre 14, 2012

Izoard (2.360 m.)



Y al día siguiente de hacer el Vars, el Izoard

Había que aprovechar el tiempo a tope. Día perfecto según la previsión, pero con restos de viento. 

El Izoard, como todos los puertos, tiene dos vertientes y la ascensión (ocurre como con las montañas) por una de ellas nada tiene que ver con la otra. Este es el caso del Izoard. 

Desde Briançon una ascensión más corta, de 19 km., pero más dura en promedio, y desde el sur, desde Guillestre, 31 km. y la travesía en su parte superior de la zona denomina Casse Déserte, un desierto de piedra. 

Como había situado mi campo base en Guillestre, nada más cómodo que salir ya del pueblo pedaleando y empezar la subida de este col por el sur.

Puede establecerse un paralelismo con la subida al Iserán desde Langlesbourg ya que son 30 km. con una subida inicial potente y después muchos kilómetros de llano hasta acometer la subida final de 14 km. Aquí ocurre lo mismo. Primero una subida, aunque no tan fuerte y luego un llanear (y bajar) sin fin y peligroso ya que se atraviesan varios túneles y con mucho tráfico ya que la carretera por el valle de Queyras comunica con Italia. 

Además el frío no había remitido y el tramo de los túneles sigue un río con dos desfiladeros (los separa una zona soleada) en los que no da el sol (se denomina este tramo Combe du Queyras) y son una nevera a primera hora de la mañana. Llegué a pie de puerto encogidito. 

Esto no ocurre hasta el kilómetro 16, donde se inicia ya la subida de verdad y donde se halla un monumento a los caídos por Dios y por la patria cuando lo que tendría que poner en realidad el monumento es que cayeron por los intereses económicos de unos pocos. Poco después nos encontramos el punto donde la carretera, si seguimos en línea recta, va hacia al puerto del Agnel (o Agnello) fronterizo con Italia, pasando por el pueblo y castillo de Queyras que da nombre al valle.

Si giramos a la izquierda seguimos en plena ascensión al Izoard. Y aquí vino un tramo que se me convirtió en muy duro, ya que tenía viento fuerte (y frío) totalmente de frente. Doble esfuerzo el de subir y enfrentarse al viento. Tan duro era que estuve a punto de desistir cruzando la zona del pueblo de Arvieux y de Chalp, un tramo en medio de pastos, totalmente abierto, en que el viento bate que da gusto y no tiene nada que le ofrezca resistencia. Ya voy entendiendo porque madrugan tanto los ciclistas franceses. Y es que es viento térmico y pronto por la mañana aún no ha hecho acto de presencia.

Llegué como pude a Brunnisard, que es donde empieza la guerra final y desde donde se ven las lazadas (aquí el parecido con el Iseran se mantiene) de la parte casi final del puerto. Naturalmente Brunnisard tiene unos cuantos remontes para practicar el esquí, pero es una estación de estar por casa.

En esta población hay un estupendo bar donde me volví a tomar un te caliente (e iba de subida) y descansé un rato. Lo único que pedía era que el viento, al adentrarme en la ladera de la montaña, entre el bosque, desapareciese.

Y así fue. De vez en cuando llegaba un ramalazo, pero lazada para aquí, lazada para allá, se gana altura de forma impresionante. Si en vez de ir a Col de Vars ayer hubiese venido aquí me tendría que haber dado la vuelta.

Y después de un buen esfuerzo se llega a la zona ya superior del puerto donde se entra en la desértica zona de la Casse Déserte, tan mitificada. Aquí atisbaremos ya al fondo el col, pero la carretera nos obsequia con una bajadita para que nos acordemos de los dos últimos kilómetros del Izoard, ya que las primeras rampas tienen tramos al 12-14%, aunque el promedio está próximo al 7%. A pleno sol, pero sin calor y con el viento otra vez molestando, aunque ya en otra frecuencia, recorrí este tramo final muy contento. Menos mal que la cosa ya era manejable.

La verdad es que el tramo es bonito, pero no hay para tanto. Uno, que ha pisado tantas montañas, ha visto muchos sitios parecidos, pero por ellos no ha pasado el Tour y no hay prensa que los magnifique. ¿Podemos imaginar una carretera atravesando el circo de Armeña y el Tour pasando por ella?

Y cuando llegaba, justo delante, tres bicicletas en sus últimas pedaladas: eran mis queridos amigos ingleses del día anterior en el Vars. Muchas risas y nos hicimos una foto juntos. Yo me di la vuelta y ellos bajaron hacia Briançon. Si no llega a ser por el miedo al viento habría bajado con ellos y luego habría hecho el tramo Briançon-Guillestre. A esto le llaman el “bucle del Izoard” y tiene un poco más de 90 km. (escribo de memoria).  Los hitos que jalonan la carretera indican esta referencia.

Al bajar me paré en la Casse Déserte,  a dos kilómetros del puerto, ya que hay un monumento a Louison Bobet y a Fausto Coppi. Un lugar donde los ciclistas han de poner pie a tierra y recordar a estas legendarias figuras de este deporte.

Bajé las lazadas fenomenalmente y muy contento, a toda pastilla, y cuando llegué a Brunnisard pensé en el descenso sensacional que me esperaba con una buena y ancha carretera y el viento fuerte de popa.

Pues bien, el viento volvía a ser de cara. ¡Y con la misma fuerza! Tenía que darle a los pedales de vez en cuando porque me quedaba clavado en plena bajada. Una tortura hasta llegar a los túneles, o sea casi hasta Guillestre. Por lo tanto descenso laborioso y vigilando no irme al suelo en alguna de las arremetidas de Eolo.

Al menos al volver ya no había tanto tráfico. En los túneles me pasó un equipo ciclista que iba de entreno y ¡como me pasaron! Aquello era el AVE. Envidia cochina.
Por aquí ha pasado el Tour frecuentemente, aunque en los últimos años no mucho. El último español en pasar primero en una etapa del Tour fue Garmendía en el 2003. Lo han hecho también Berrendero, Bahamontes (como no), Galera, Fuente y Chozas.

Fotos.
Arriba, en la gran estela que hay en el collado.
Abajo.
1. El congosto de la Combe du Queyras.
2-3. La Chalp (hay muchas fuentes en esta zona) y Arvieux.
4-5. Bar en Brunnissard.
6-7. Brunissard desde las lazadas. Se gana altura rápidamente.
8-9. Llegando a la Casse Déserte.
10. Col del Izoard hacia Briançon.
11. Con los colegas ingleses.
12-13. Con un grupo alemán de motards de tres ruedas (no se como se denominan).
14-15. En el monumento a Louison Bobet y Fausto Coppi.
16. Altimetría, pero ojo, desde el punto donde se separan las carreteras del Agnello y del Izoard, o sea 16 km.
17. Mi track grabado con el Forerunner y visto en Google Earth.
18. Detalle del recorrido en su parte superior desde la estación de esquí.
19. Mapa del recorrido desde el sur.

Altimetría y datos (pero desde la Combe du Queyras).

 



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